Receta de gambas al ajillo al estilo asiático

Los chinos también tienen su deliciosa versión de gambas al ajillo. Se preparan, como no podía ser de otra forma, con salsa de soja, junto a un chorrito de salsa de ostras, que potencia el conjunto y multiplica el umami.

Primero se fríen los ajos, vigilando que no se quemen, y luego se saltean las gambas en la sartén o en un wok, a fuego fuerte. Cuando las gambas cambien de color, se añade la mezcla de salsas junto con un poco de maicena diluida, para que la salsa espese ligeramente. Un toque de licor —vino chino, Jerez o incluso Pedro Ximénez— convierte este plato en un clásico de los restaurantes chinos.

Puedes disfrutar estas gambas al ajillo como aperitivo, acompañadas de arroz blanco, o usarlas como base para preparar platos más elaborados, como un salteado de verduras (combinan muy bien con brócoli y pimientos) o unos fideos fritos. Seguro que revitalizarán cualquier receta.

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Prepara las gambas:

Si son congeladas, descongélalas bien y sécalas con papel de cocina.

Puedes marinarlas 10 minutos con una pizca de sal, pimienta, y unas gotas de soja si quieres un extra de sabor.

Saltea el ajo:

Calienta el aceite en una sartén o wok a fuego medio.

Añade el ajo (y el chile, si lo usas) y saltea suavemente hasta que empiece a dorar. No dejes que se queme.

Sube un poco el fuego y añade las gambas.

Cocina 1-2 minutos por lado, hasta que estén rosadas y casi hechas.

Hora del salseo:

Mezcla en un bol pequeño la salsa de soja, salsa de ostras, azúcar, y el vino de arroz o de Jerez.

Remueve bien.

Introduce la salsa en las gambas, para que se impregnen del sabor.

Si quieres una salsita más densa, disuelve la maicena en agua fría y añádela. Cocina 1 minuto más hasta que espese y reduzca.

Apaga el fuego. Añade cebollino o cilantro picado por encima.

Sirve caliente, con arroz blanco o fideos salteados.