Sumar tratará de modificar la ley del PSOE en vivienda para evitar "regalos fiscales" a rentistas

La batalla entre el PSOE y Sumar en torno a la vivienda se libra ahora en el Congreso de los Diputados y tiene como eje central la fiscalidad. No es la primera vez que los dos espacios políticos que conforman el Gobierno de coalición exhiben sus discrepancias en esta materia, aunque en esta ocasión hay algunos elementos diferenciales.

La pasada semana, el Grupo Socialista en la Cámara Baja, en connivencia con el Ministerio de Vivienda, registró una proposición de ley que incluye una batería de medidas fiscales cuyo objetivo aspira a poner coto a la especulación, así como a favorecer la rebaja del precio de los alquileres.

Entre estas medidas se recogen la subida del IVA al 21% para los pisos turísticos, la creación de un impuesto nuevo a la compra de vivienda por parte de extracomunitarios y extranjeros no residentes, o la extensión de las bonificaciones en el IRPF para los caseros que voluntariamente sitúen sus alquileres en las horquillas de precios fijadas para las denominadas zonas de mercado tensionado.

Los partidos de la izquierda alternativa y parlamentaria recibieron esta iniciativa de los socialistas con muchos recelos. En el caso de Sumar, los de Yolanda Díaz admitieron que sentían afinidad con algunas de las medidas planteadas, sobre todo con aquellas que aspiran a poner coto a la especulación y a frenar el modelo actual de alquileres turísticos.

Sin embargo, también avanzaron su rechazo a medidas como la bonificación en el IRPF para los arrendadores que voluntariamente adecuaran sus precios a las horquillas fijadas para las zonas de mercado tensionado. Para este espacio, la prioridad más urgente es la de acotar los denominados alquileres de temporada, que en la actualidad, denuncian, están siendo utilizados "como subterfugio" para no aplicar la ley de vivienda en aquellas comunidades autónomas que sí están a favor de desarrollar la norma para limitar los precios del alquiler.

Enmiendas a la ley del PSOE

De hecho, el Grupo Plurinacional logró la pasada semana desbloquear el trámite parlamentario de una proposición suya en esta materia, gracias al voto favorable del PP, y con el voto en contra del PSOE. Algunas voces apuntaron en los últimos días a la posibilidad de que los dos partidos del Gobierno hagan un pacto para intercambiar sus votos favorables a ambas leyes; es decir, que los socialistas votaran a favor a la ley de alquileres de temporada de Sumar a cambio de que los de Díaz apoyaran la proposición de ley de medidas fiscales en vivienda del PSOE.

Desde el Grupo Plurinacional rechazan este escenario: "No negociamos así", aseguran. Además, según ha podido saber Público, su intención es la de registrar una batería de enmiendas a la norma registrada por el PSOE para "evitar los regalos fiscales" a los rentistas y reformular el modelo impositivo que defienden los de Sánchez en su iniciativa.

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Una de las medidas que más rechazo causa en este espacio es la de la extensión de las bonificaciones fiscales en el IRPF para rentistas. A juicio de los de Díaz, si el PSOE aspira de verdad a rebajar el precio de los alquileres, la medida que se debería adoptar es la de condicionar los fondos estatales en materia de vivienda a las comunidades autónomas que se niegan a aplicar la ley de vivienda y a declarar zonas de mercado tensionado.

La ley registrada por el PSOE recoge algunas de las medidas fiscales que en otros momentos Sumar había exigido a su socio de Gobierno, como el fin del régimen fiscal especial de las sociedades anónimas cotizadas de inversión (socimi), para que tributen un 25% en el Impuesto de Sociedades, como el resto de corporaciones. Las inversiones de este tipo de sociedades suelen estar centradas, sobre todo, en inmuebles, por lo que su utilización por parte de grandes fondos para copar el mercado de la vivienda es recurrente.

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En Sumar también apuntan a la actual consideración de "gran tenedor de vivienda", que en la actualidad son las personas físicas o jurídicas que tienen en propiedad 10 o más viviendas. Esto implica que todas aquellas con menos propiedades entran en la categoría de pequeño propietario y disfrutan de las bonificaciones en el IRPF si deciden rebajar sus precios.

El PSOE, obligado al contorsionismo

Patxi López, portavoz socialista en el Congreso, reconoció en rueda de prensa el martes que la tramitación de la ley va a ser compleja. "Uno ya sabe", deslizó, "que cuando viene a esta cámara con una propuesta que tiene palo y zanahoria —bonificaciones fiscales para favorecer que se pongan en el mercado viviendas vacías y, a la vez, aumentos de fiscalidad— va a ir por barrios la querencia". Y continuó: "A nuestra izquierda, igual a algunos no les gustan las bonificaciones y a nuestra derecha, quizá no les gusta cuando aumentamos cierto gravamen fiscal". 

En cualquier caso, insistió en la idea de que su formación ha puesto encima de la mesa "una propuesta muy razonable" para atacar el problema de la vivienda, aunque de sus palabras se desprende una evidencia: el PSOE tendrá que ceder en algún punto si quiere que salga adelante. Fuentes socialistas, sin ir más lejos, explican que no forzarán la toma en consideración de la proposición en el Congreso hasta que no tengan "una mayoría asegurada" y eso pasa por negociar con sus aliados.

El favor de Sumar, su socio de Gobierno, será imprescindible, pero el principal escollo lo tendrá, como ya viene siendo habitual en la legislatura, en Podemos y en Junts per Catalunya. El portavoz y secretario de Organización de los morados, Pablo Fernández, fue tajante en su rueda de prensa del lunes. "Centrar la ley en impulsar nuevos incentivos fiscales en lugar de luchar contra la especulación es ir en la dirección contraria a la que se debería para garantizar el derecho a la vivienda. Esta propuesta aumentaría todavía más los beneficios de los rentistas sin bajar los precios del alquiler. Que no cuenten con Podemos", zanjó.

Fuentes del partido aseguran a Público que ni siquiera si el PSOE se aviniera a retirar las bonificaciones a los propietarios se plantearían apoyar la iniciativa. Sus propuestas en materia de vivienda —anunciadas en su día como condición para negociar eventualmente unos Presupuestos Generales— son conocidas: rebajar un 40% los alquileres y prohibir la compra de vivienda en España que no sea para residir. Esas son sus prioridades e, insisten, lo que propone el PSOE está muy lejos de ellas.

Lo que pasa es que para superar la admisión a trámite de la propuesta, el PSOE necesitará los votos de Podemos, pero también los de Junts y el PNV. La formación que lidera Míriam Nogueras en el Congreso ya ha demostrado su recelo a la hora de encarar medidas sobre vivienda. Sin ir más lejos, los posconvergentes son también el principal escollo para que salga adelante la ley que regula los alquileres de temporada, que lidera Esquerra Republicana en la Cámara Baja, aunque parte de una iniciativa de los Sindicatos de Inquilinas.

El Gobierno, con todo, tendrá que hacer equilibrios y ejercicios de contorsionismo para pulir la iniciativa de tal manera que pueda ser asumible para unos y para otros en un tema tan delicado como lo es la vivienda. Existe tanto en el espacio del PSOE como en el de Sumar la sensación —o la convicción— de que si no se logra sacar adelante un paquete de medidas verdaderamente potente sobre vivienda no se conseguirá convencer a la ciudadanía de la utilidad de este Gobierno.

ERC propone facilitar la vivienda a los menores de 35

También Esquerra negociará al alza. Los republicanos registraron hace pocos días una proposición de ley en materia de fiscalidad de la vivienda que, en palabras de fuentes del entorno de ERC en el Congreso, "va más allá que el del PSOE". Con los socialistas, eso sí, coinciden en la propuesta del 21% de IVA a los pisos turísticos o en eliminar los beneficios a las socimi. 

Además, quieren crear un nuevo impuesto a la acumulación de bienes inmobiliarios de uso residencial aplicable a partir de la tercera residencia, aplicar tipos impositivos reducidos en las compras de vivienda por parte de menores de 35 años o subir el IBI para las viviendas que no sean residencia habitual y para las que sean propiedad de grandes tenedores.

Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que la prioridad de ERC, en estos momentos, pasa por sacar adelante la ley para regular el alquiler temporal y habitacional e impedir que algunos propietarios alquilen vivienda habitual como si fuera temporal para regatear las obligaciones que prevé la Ley de Arrendamientos Urbanos. Los republicanos confirman a Público que hay línea de comunicación abierta con el PSOE.