La cúpula de los obispos pide elecciones, rechaza los "populismos" y alaba al rey
El secretario general de la Conferencia Episcopal respalda la petición de urnas del presidente de la institución, Luis Argüello: "Que hablen los ciudadanos es un principio básico de una democracia".

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El secretario general de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, defendió este viernes en rueda de prensa la libertad de expresión de las estructuras de la Iglesia católica para abordar temas políticos —ciertamente lo hizo este viernes— y justificó, a preguntas de los periodistas, la petición de elecciones que ha venido lanzando a lo largo de esta semana el presidente Luis Argüello en plena ofensiva de PP y Vox tras el estallido del caso Cerdán.
"No hay posición de la Conferencia Episcopal", quiso puntualizar primero García Magán, pero luego abrochó, como portavoz de la institución, un discurso claro a favor de la convocatoria de elecciones: "El presidente [Argüello] ha propuesto una salida: que hablen los ciudadanos. Que hablen los ciudadanos es un principio básico de una democracia. La Constitución prevé distintos instrumentos, moción de censura, de confianza. Ahí el presidente [Argüello] por elevación ha puesto encima de la mesa el bien común y lo que conviene a la sociedad por encima de intereses de partido que son más de vuelo raso, no tanto de altura de miras".
García Magán abordó la situación política en España varias veces a lo largo de la rueda de prensa. "La corrupción es uno de los cánceres de una democracia. Sea del color que sea, mina los pilares de una democracia, entendida como ese gobierno del pueblo. La corrupción es una puerta de entrada peligrosísima, [puede dar lugar] a situaciones de autoritarismo, y tenemos ejemplos en el mundo, a regímenes que dejan de ser democráticos", manifestó.
"Hay que levantar ese horizonte y hay que buscar ese bien común de la sociedad para salvar el sistema. Y eso está por encima de intereses de partido electoralistas. Ahí está, [una tarea] no fácil, pero sí la equilibrada función que prevé la Constitución para la corona y el jefe del Estado", afirmó.
A Felipe VI lo alabó a fondo. "[Queremos ofrecer] nuestra más respetuosa cordial y afectiva felicitación por estos once años de ejercicio ejemplar de la jefatura del Estado". También rompió una lanza por la "monarquía parlamentaria", sistema que, dijo, aporta "solidez y utilidad". García Magán agregó que el rey, en este tiempo, había hecho un "ejercicio de ejemplaridad, acompañado por la reina doña Letizia" y manifestó que existía una "esperanza fundada de continuidad", con "doña Leonor". "Ofrecemos nuestra oración y respaldo al jefe del Estado", cerró.
Preguntado por si esta era la primera vez que la cúpula de los obispos se adentraba con tanta claridad en cuestiones políticas, el secretario general manifestó: "No es la primera vez que la Conferencia Episcopal española se ha pronunciado. Ha habido antes ya, en momentos especiales de España en los que ha habido hasta documentos de la Conferencia Episcopal".
Después, trató de explicar el asunto: "En el juego de la política con minúscula, [la Iglesia] no [participa]. En una democracia, entendida como gobierno del pueblo, la Iglesia no hace cracia, no baja al nivel del partidismo. La Iglesia no tiene un partido político. Ningún partido político es el partido de la Iglesia. Nadie puede presentarse con la etiqueta somos el partido de la Iglesia, pero la Iglesia se preocupa del demos y [aquí] entra la doctrina social".
"Y la Iglesia tiene el derecho [a opinar] y desde el punto de vista civil es obligación de los pastores [analizar] la realidad social de los fieles. Eso es la política con mayúsculas. Lo que se hace es exhortar a todos a mirar el bien común, mirar la estabilidad del bien común de una sociedad y del Estado", enfatizó.
García Magán también alertó contra lo que llamó "populismo": "Tampoco hay que hacer un trazo de brocha gorda y juzgar a toda la clase política como corruptos sin más, porque eso supone una dinámica de populismo. Sea [este] de extrema izquierda o extrema derecha, el populismo se vincula siempre con el autoritarismo en detrimento de la democracia", lanzó.
No hay persecución
Por otra parte, la comisión permanente de la Conferencia Episcopal también aprobó, dijo García Magán, la creación de una oficina de recepción de denuncias de delitos de odio y ofensas por motivos religiosos. Nos ha parecido interesante promover la defensa de la libertad religiosa", dijo.
El secretario general justificó así la decisión: "La Iglesia en España no está perseguida. Ahora bien, hemos visto dramas en otros puntos [del mundo]. [Aquí] no hay persecución, pero sí se dan delitos de ofensa a sentimientos religiosos y a realidades que para un creyente tienen un valor muy especial".
Los objetivos, detalló la Conferencia Episcopal, que se le han encomendado a esta oficina son "la promoción de la defensa de la libertad religiosa; elaborar y difundir un informe anual de delitos y ofensas contra los fieles católicos por motivos religiosos, mediante recopilación y registro de datos; sensibilizar y ofrecer orientaciones a las diócesis ante la vulneración de la libertad religiosa; y mantener el contacto con otras confesiones religiosas y organizaciones nacionales e internacionales".
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