Mareas y sindicatos convocan una "gran" protesta contra la gestión de la sanidad de Moreno Bonilla
Los representantes de los sanitarios acusan al Gobierno andaluz de practicar políticas "agresivas" en contra de la sanidad pública.

Sevilla-
La gestión de la sanidad en Andalucía ha generado un importante malestar en la ciudadanía. Cuatro sindicatos —CSIF, SATSE, UGT y CCOO— y la coordinadora de mareas blancas están preparando lo que pretende que sea una "gran" manifestación, que movilice a gente de toda la comunidad autónoma en defensa de la sanidad pública y que suponga un aldabonazo para el Gobierno que preside Juan Manuel Moreno Bonilla (PP).
Los sondeos —tanto el CIS como los del centro de estudios andaluces— revelan que los problemas son estructurales y alcanzan a buena parte de la población, que quiere una atención mejor. Las mareas reclaman un giro en las políticas y los sindicatos que se cumplan los acuerdos firmados, entre los que está un pacto por la Atención Primaria, una de las claves fundamentales. Ambos reclaman una apuesta por recuperar una sanidad que, afirman, fue "una de las mejores del Estado".
"Esta calidad —recogen en el manifiesto de la movilización, firmado por los cuatro sindicatos y las mareas— se consiguió de varias formas, pero queremos destacar, por un lado, el esfuerzo de las personas que trabajaban en el sistema sanitario público que con gran esfuerzo y pocas retribuciones apostaron por ello. Y, por otro lado, por la lucha de nuestros mayores que siempre vieron la sanidad pública como un derecho que aportaba equidad a nuestra sociedad y como una herramienta de igualdad".
Así describen las mareas y los sanitarios la situación de hoy: "Las políticas [de Moreno] están provocando que las citas en atención primaria se disparen a más de 15 días y en atención hospitalaria a meses o años, que la lista de espera quirúrgica sea un pozo sin fondo, un cúmulo de desgracias, desigualdades e injusticias y una excusa para la privatización, que la atención se deshumanice cada vez más y se pongan trabas para que las personas mayores y las personas frágiles no puedan acceder a una atención cercana, digna y equitativa".
Esta semana precisamente, el presidente de la Junta, atento siempre al requiebro educado y formal, en busca de la imagen, envió a los consejeros José Antonio Nieto y Rocío Hernández (Función Pública y Salud) a sentarse con las centrales, que habían pedido el encuentro. Sin embargo, la reunión terminó en desacuerdos y sin compromisos concretos, según los sindicatos.
Los representantes de los sanitarios están encrespados —este mismo jueves han protestado también por lo que llaman "contratos basura", de escasa duración— porque consideran que la consejera, que accedió al cargo después de que Moreno reubicara a la anterior, que había resultado muy quemada ante la contestación social a sus iniciativas, resta hoy "legitimidad" a los acuerdos firmados por sus antecesores.
El Gobierno andaluz está también muy atrincherado en su discurso sobre los millonarios incrementos en los presupuestos. El consejero Nieto así lo manifestó en el encuentro al mentar la inversión que se está realizando en sanidad, según los sindicatos.
En términos absolutos, es así. El Gobierno de Moreno presupuestó para el año 2025 más de 15.000 millones de euros en sanidad. En 2018, último año de Gobierno del PSOE, fue de casi 9.800 millones.
Las mareas, empero, han explicado con precisión por qué ese desembolso no arregla los problemas: porque en realidad "no incluyen devolución alguna de los recortes de la década anterior". Es decir, se han consolidado los recortes tras la caída de Lehman Brothers, que en Andalucía fueron acometidos en la etapa del PSOE. Grandes manifestaciones recorrieron entonces toda la comunidad en defensa de la sanidad.
"No es verdad que haya aumentado el presupuesto. Los presupuestos de 2023, 13.823 millones, y de 2024, 14.294 millones, están en el rango del de 2009 más los ajustes debidos a la variación del IPC", concluyen las mareas.
Agresividad
El manifiesto de la protesta del próximo sábado incluye referencias directas y muy severas contra la política del Gobierno de Moreno, al que acusa de practicar políticas "agresivas" en contra de la sanidad pública.
Por un lado, el manifiesto señala: "El Gobierno andaluz apuesta por un sistema sanitario público débil, maltratado, que [traslada] una gran parte de su presupuesto público a las grandes empresas farmacéuticas y a la sanidad privada, cerrando un círculo pernicioso y mal denominado como colaboración público-privada para esconder una privatización de la sanidad, un engrandecimiento de la sanidad privada y un deterioro sin precedentes de la sanidad pública".
Por otro, añade: "Los trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública están sufriendo el mayor maltrato experimentado por una administración pública a sus profesionales. Son los profesionales de la sanidad pública peor retribuidos del Estado, los que más cargas de trabajo sufren con plantillas ajustadas y además cuando la Junta de Andalucía tiene que ajustar presupuestos le mete la mano en el bolsillo y le quita dinero, el ganado con mucho esfuerzo".
Luego, remacha: "La ciudadanía dice basta a la indolencia y falta de autocrítica de esta administración ante un problema que ellos han provocado. Indolencia y desfachatez porque ante el desmantelamiento de la sanidad pública buscan culpables fuera de su gestión. Todos tenemos la culpa menos ellos. Lo cierto es que el Gobierno andaluz actual gasta mal nuestro dinero porque lo dedica a favorecer a la empresa farmacéutica y a la empresa sanitaria privada lo que conlleva un debilitamiento [del] sistema".
El manifiesto incorpora un decálogo de reclamaciones. Son estas: "Aumentar el gasto per cápita en la sanidad pública para equipararnos, como mínimo, a la media estatal; redistribuir el presupuesto sanitario para que revierta en la sanidad pública dejando de beneficiar descaradamente a las empresas farmacéuticas y a las empresas de la sanidad privada; cumplir con el pacto de Atención Primaria que conlleva un aumento de plantillas, una reorganización en la gestión, un empoderamiento de sus profesionales y un acercamiento de este nivel asistencial a las necesidades reales de la ciudadanía y de aquellos pueblos, sobre todo del interior, con grandes déficits sanitarios".
También, "cumplir con la modificación de la carrera profesional de mayo de 2023 para reconocer adecuadamente a los profesionales de la sanidad pública sus méritos y disminuir la brecha salarial con respecto al resto de Estado; mejorar la negociación colectiva con las organizaciones sindicales como instrumento para mejorar la calidad asistencial y las condiciones laborales en la sanidad pública; acabar con las listas de espera y las demoras en las citas de Atención primaria potenciando a la sanidad pública como método indiscutible y único para controlarlas".
Además, "cesar con toda privatización encubierta de la sanidad pública; dotar de material necesario a los profesionales de la sanidad pública para que puedan desarrollar su labor en las mejores condiciones posibles; realizar las inversiones necesarias para acabar con los conciertos singulares y que la sanidad pública llegue por igual a toda la ciudadanía andaluza, e implementar un sistema de participación real de la ciudadanía en temas de salud como instrumento para acercar la sanidad pública a las necesidades reales de la población".
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