Podemos busca recuperar la hegemonía en la izquierda desde la oposición al Gobierno de coalición
La formación morada celebra su quinta Asamblea Ciudadana Estatal, en la que se espera un refuerzo del liderazgo de Ione Belarra e Irene Montero y una nueva hoja de ruta adaptada al contexto actual.

Madrid--Actualizado a
El 6 de junio de 2021 Ione Belarra era escogida por la militancia de Podemos como su nueva secretaria general, tras la marcha de Pablo Iglesias. En ese cónclave, la organización se dotó de una hoja de ruta centrada en reforzar su implementación y su acción en los territorios, en consolidar la "mayoría de investidura" que había hecho presidente a Pedro Sánchez y convertirla en un "bloque de dirección de Estado", y en convertirse en la fuerza mayoritaria del Ejecutivo en las siguientes elecciones generales bajo la batuta de Yolanda Díaz como líder de la izquierda alternativa.
Cuatro años después, Podemos se encuentra de nuevo ante una asamblea para tratar de bajar el balón a tierra, reflexionar sobre lo ocurrido tras el anterior cónclave y dotarse de una nueva hoja de ruta adaptada al contexto actual y útil de cara al futuro.
Este fin de semana (viernes y sábado) el partido celebra "La Quinta", un cónclave crucial en el que tratarán de iniciar el camino para volver a ser un actor hegemónico en la izquierda. Las principales dirigentes que aspiran a ser reelegidas para liderar el proyecto (Ione Belarra e Irene Montero) han avanzado en varias ocasiones que su objetivo principal es el de "volver a levantar a la izquierda" y poner "en pie" un proyecto realmente transformador.
A su juicio, el PSOE puso en marcha hace dos años la "operación Sumar" para desplazar a su organización y sostener al Gobierno de coalición con un espacio "más dócil" y "sin voluntad de poder" a su izquierda, una operación en la que, afirman, uno de los principales objetivos era el de "matar a Podemos".
Tras constatar el "fracaso" de este plan, el camino que aspiran a recorrer (y que empieza por la quinta Asamblea Ciudadana Estatal) llevaría a recuperar "una izquierda realmente transformadora y con voluntad de poder", en un contexto en el que, a su juicio, el eje principal de la construcción de esa ruta descansa sobre el movimiento pacifista y la sociedad del No a la guerra.
Convertir la fuerza del pacifismo en fuerza electoral
"Debemos convertir la fuerza social del pacifismo en una fuerza electoral", explicaba hace pocos días el secretario de Organización del partido, Pablo Fernández. Esta construcción como alternativa de izquierdas pasa también por una estrategia de oposición al actual Gobierno de coalición de PSOE y Sumar, al que sitúan en un espacio más conservador que el suyo.
Desde que los de Belarra abandonaron la coalición liderada por Díaz, su actitud con el Ejecutivo ha sido crítica (denunciando el "inmovilismo" de los de Sánchez y su falta de valentía para abordar políticas sociales). Pero ahora, sobre todo de cara a esta asamblea, Podemos ha redoblado sus críticas al Gobierno, críticas que en este momento también se sustentan sobre las diferencias que existen entre ambas partes acerca de la escalada militar y el contexto geopolítico global en general.
"Tenemos un Gobierno que es una auténtica vergüenza. Nosotros queremos tejer alianzas con la sociedad civil organizada y con toda esa gente, que son miles de personas absolutamente desencantadas con este Gobierno. Queremos construir una fuerza electoral que desemboque en que podamos otra vez estar en el Gobierno con capacidad de transformar, avanzar en derechos, con capacidad para condicionar todas las políticas y haciendo que en España haya un Gobierno verdaderamente de izquierdas, no la vergüenza de Gobierno que tenemos hoy", manifestó hace pocos días Fernández.
El intento de diferenciarse del Gobierno de coalición se deja notar incluso en la confección de la lista que lidera Belarra en la asamblea (la única registrada que ha logrado los avales necesarios para llegar al cónclave). La secretaria general se ha rodeado de perfiles activistas (del feminismo, antirracismo, víctimas del lawfare...) que contrastan sobremanera con el carácter institucional de los dirigentes de las formaciones que constituyen el Ejecutivo.
En esta asamblea, la organización también deberá debatir sobre el futuro de la izquierda y sus alianzas, en un momento en el que ya han lanzado a Irene Montero como su eventual candidata a unas elecciones generales (si así lo avala la militancia, llegado el momento). Este movimiento llegó después de que formaciones como Izquierda Unida o Movimiento Sumar hayan apelado a la necesidad de construir una única candidatura en la próxima cita electoral en el ámbito estatal, una opción que, reconocen en Podemos, a día de hoy está bastante lejos.
Podemos ha designado a Montero como su eventual candidata a una generales en medio del debate de la unidad de la izquierda
Las decisiones que se tomen en la asamblea no sólo afectan a la hoja de ruta del partido, sino también a su dirección y a su modelo de liderazgo. Tras la marcha de Iglesias, se decidió implementar un sistema de liderazgo coral en el que Ione Belarra sería la líder orgánica mientras Irene Montero se situaba como principal activo político.
Aquella estructura estaba pensada para imbricarse en un organigrama más amplio en el que Yolanda Díaz jugaría el papel de líder del espacio político (con Podemos como principal activo orgánico). Sin embargo, tras el enfrentamiento con la vicepresidenta segunda del Gobierno, los roles en Podemos también han sufrido algunos cambios.
Belarra no sólo actúa como la líder orgánica del partido, sino que lidera también su ámbito institucional (sus diputados en el Congreso), tras salir del grupo parlamentario de Sumar y situarse como esenciales en las negociaciones que el Gobierno mantiene para intentar sacar adelante iniciativas legislativas. En Podemos trasladan que la figura de Belarra "ha crecido" incluso más allá del "importante papel" que ya aspiraba a jugar en 2021, algo que, previsiblemente, se reconocerá en esta asamblea.
Desde la ruptura con Sumar, el partido ha buscado reforzar la figura de Montero como su principal activo político y electoral, una estrategia que comenzó con su elección como eurodiputada en las elecciones europeas, los primeros comicios en los que Podemos y los de Yolanda Díaz compitieron a nivel estatal. Su designación como eventual candidata a unas elecciones generales blinda esta posición que ocupa Montero.
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