Antonio Maestre denuncia una agresión del agitador ultra Bertrand Ndongo: "No me dejan hacer mi trabajo ni vivir en paz"
El periodista, convertido en una pieza de caza mayor para los ultras, vuelve a ser hostigado a las puertas del Congreso en otra provocación de manual. "Todo esto me está afectando psicológicamente", confiesa.

Madrid--Actualizado a
El periodista y escritor Antonio Maestre ha vuelto a ser víctima del acoso del agitador ultra Bertrand Ndongo este miércoles a las puertas del Congreso. Agentes de la Policía Nacional han tenido que intervenir para separarlos antes de que llegaran a las manos.
Ndongo ha colgado en su cuenta de X un vídeo que recoge los momentos finales de ese enfrentamiento. En el vídeo se puede ver cómo Ndongo y Maestre se enfrentan y empujan en reiteradas ocasiones. Sin embargo, las imágenes publicadas por el agitador ultra han sido editadas y manipuladas a su conveniencia para mostrar solo la parte final del encontronazo, según denuncia el propio Maestre.
Ndongo sostiene en X que ha sido Maestre quien le ha intentado agredir, pese a que en el vídeo que ha subido a esta red social se puede apreciar con facilidad que es él quien hostiga al periodista, en un intento claro de sacarlo de sus casillas.
En las imágenes se percibe como Ndongo reprocha a Maestre que en su día tirara el micrófono de otro conocido agitador ultra, Vito Quiles. "Eres muy valiente para tirar el micrófono a un chaval de 24 años. Venga, aquí está el mío, tíralo si tienes cojones", le espeta Ndongo a Maestre. Este le pregunta entonces por su teléfono móvil, mientras Ndongo repite "venga, ¡tira el micrófono!". Es entonces cuando los dos empiezan a empujarse y a intercambiar insultos. "No te voy a agredir, ¡si no tienes fuerza!", exclama el ultra mientras Maestre le exige que no lo empuje más.
La versión de Maestre es completamente diferente: "En el vídeo no se ve, pero Ndongo empezó a acosarme cincuenta metros antes. Yo iba a entrar al Congreso y me he encontrado con él. Entonces ha empezado a meterme el micrófono en la cara varias veces". Un comportamiento muy similar al que Ndongo mantuvo hace unas semanas con Ana Pardo de Vera, directora corporativa y de relaciones institucionales de Público.
Maestre estaba afectado tras el incidente. "Estoy nervioso, tengo que tranquilizarme", confesaba a Público minutos después, pese a que no es la primera vez que el periodista sufre el acoso y el hostigamiento de Ndongo, Vito Quiles y otros agitadores próximos a la ultraderecha. En este sentido, confirma que presentará una denuncia en la comisaría de Fuenlabrada, su lugar de residencia, ya que no pudo hacerlo en la del Congreso, reservada a diputados y trabajadores.
Maestre se ha convertido en una pieza de caza mayor para estos provocadores. En su día, ya contó a Público que Vito Quiles, Bertrand Ndongo y Alvise Pérez intentaron agredirle durante un acto de Vox en Vallecas. También tuvo un incidente muy sonado con Vito Quiles, a quien tiró el micrófono tras otra provocación.
El acoso de los ultras está empezando a pasar factura a Maestre. "No me dejan hacer mi trabajo ni tampoco vivir en paz. He recibido amenazas en mi propia casa", cuenta antes de hacer una confesión muy personal: "Todo esto me está afectando emocional y psicológicamente", concluye con un tono que se mueve entre la amargura y la resignación.
Ndongo, Quiles, Javier Negre y otros agitadores de la ultraderecha han desarrollado desde hace un tiempo una estrategia de acoso y hostigamiento contra periodistas y políticos de izquierda que sigue un patrón muy claro: intentan, cámara en mano, provocar a sus víctimas para que estas salten y les insulten o les agredan; luego manipulan el vídeo para presentarse ellos como las víctimas.
Ndongo y Quiles y otros acosadores han llevado este hostigamiento al interior del Congreso. Llevan prácticamente desde que empezó la legislatura interrumpiendo las ruedas de prensa de los portavoces parlamentarios de izquierda o increpando a algunos periodistas, amparados y protegidos por pseudomedios de la esfera ultra. Ante esta situación, y después de muchos meses, el Congreso de los Diputados admitió a trámite este pasado martes la reforma de su reglamento para sancionar a estos agitadores por su comportamiento dentro de la Cámara Baja.
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