El órgano de máxima representación de la militancia de Més-Compromís, el patido mayoritario de la coalición valencianista, ha decidido con un 92,68% de los votos que su diputada en el Congreso, Àgueda Micó, abandone el grupo de Sumar. Así, dicho órgano ha refrendado el posicionamiento que ya adoptó la ejecutiva del partido. Se trata de un resultado vinculante —Micó se pasará con total seguridad al Grupo Mixto— y todo parece indicar que lo hará sola, toda vez que la ejecutiva de Iniciativa, el otro partido de la coalición con representación en la Cámara Baja, decidió que era mejor continuar en el grupo de Sumar. Así las cosas, todo hace pensar que el diputado Alberto Ibáñez no acompañará a Micó en su salida al Mixto.

La consulta a los 237 consejeros nacionales se abrió la noche de este domingo a las 22 horas y se ha cerrado este lunes a las 19 horas. En total, han participado 205 de todos esos consejeros, lo que supone un 88,74% de participación. De ellos, 190 se han decantado por reafirmar el planteamiento de la Ejecutiva Nacional que "considera que la vía más adecuada para la defensa de los intereses valencianos y fiscalizar al Gobierno sobre todo en el contexto de corrupción del PSOE" es salirse del grupo de Sumar y gozar de la libertad total que da el Grupo Mixto.

En un comunicado que ha enviado la formación de Micó justo al término de la votación se especifica que "los resultados" son "vinculantes" para la diputada, aunque antes de hacerse efectivos se trasladarán a la Ejecutiva de la coalición —de la que participan Més, Iniciativa y Verds-Equo— donde Més "seguirá buscando una respuesta consensuada con los socios de coalición". En otras palabras, será el último intento por parte de Més de mover a Iniciativa de su posición actual, que es la de mantenerse en Sumar. En todo caso, si hay algo claro en estos momentos es que Àgueda Micó emprenderá el camino hacia el  mixto. La reunión de esa Ejecutiva de la coalición se producirá previsiblemente este miércoles, según ha podido saber Público.

Lo cierto es que prácticamente desde el principio de la legislatura algunas de las formaciones que integran el grupo de Sumar se han quejado periódicamente, primero, de la falta de horizontalidad dentro del propio grupo y segundo de no poder actuar en el Congreso con la suficiente libertad como para defender los intereses de sus territorios. 

Las aguas parecían haberse calmado algo con la llegada a la portavocía de Verónica Martínez Barbero, que sustituyó a Íñigo Errejón, pero todo se torció de nuevo a finales de mayo, cuando hubo que trasladar a la comisión de investigación de la DANA impulsada por Compromís en el Congreso la propuesta de comparecientes por parte de cada grupo parlamentario. Uno de los dos partidos que componen la coalición valencianista en la Cámara Baja, Més-Compromís, al que representa Àgueda Micó, deba máxima prioridad a que Pedro Sánchez compareciera en la misma y puso el grito en el cielo.

El otro integrante, Alberto Ibáñez (Iniciativa), también apuesta por la comparecencia del presidente del Gobierno, pero prefirió no escalar tanto su enfado y priorizar la continuidad en Sumar.

Hasta tal punto llegó el malestar en Més-Compromís que el partido convocó una ejecutiva para decidir si la coalición debía seguir o no dentro del grupo de Sumar. La decisión fue unánime: había que abandonarlo. Pero no todo estaba tan claro. El mismo día, Iniciativa, la otra pata de la coalición en el Congreso, llevó a cabo su propia ejecutiva con la misma pregunta encima de la mesa. En ese caso, la opción que ganó fue la de quedarse dentro del grupo de Sumar y no romper con Yolanda Díaz.

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Con dos posturas tan enfrentadas, solo había dos opciones encima de la mesa. Una de ellas, partir peras —dentro del Congreso, toda vez que las dos partes insisten en que este desencuentro no tendrá ninguna repercusión en el País Valencià— y la otra buscar una posición común. En un primer momento, parecía que las cosas podrían reconducirse. En primera instancia, ambas partes decidieron seguir siempre y cuando Sumar adquiriera una serie de compromisos para dar autonomía a los diferentes partidos dentro del Grupo Plurinacional.

Sin embargo, para Més el hecho de que no pudieran decidir sobre la comparecencia de Sánchez en la coalición —"Un tema de estricta obediencia valenciana"— era una herida que se había infectado y no estaba curando bien. Además, el escándalo con Santos Cerdán supuso un nuevo motivo para querer poner tierra de por medio con el Gobierno y los partidos que lo integran.

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En ese contexto, a pesar de que se han ido produciendo encuentros y reuniones para explorar alguna forma de continudiad en el grupo, Més-Compromís decidió convocar una consulta en su Consell Nacional, tal y como adelantó Público en primicia. Es la consulta que se ha celebrado entre ayer y hoy y que ha dado un resultado apabullante.

A partir de este punto, es una incógnita cómo avanzará la semana para Sumar. Con la seguridad de que Micó abandona el grupo, los focos se sitúan ahora sobre Alberto Ibáñez —aunque parece claro que él permanecerá— y Vicenç Vidal, de Més per Mallorca, que también está sopesando irse al mixto y cuyo partido celebra una asamblea este jueves a las 19 horas. En menor medida, tampoco nadie se atreve a descartar que Jorge Pueyo (Chunta Aragonesista) tomará un camino parecido. Se trata de una senda que abrió Podemos hace ya muchos meses.