Denuncian una agresión racista de la Policía Nacional contra un joven en Madrid

La plataforma Es Racismo denuncia una agresión racista por parte de la Policía Nacional contra un joven afrodescendiente en Madrid. Los hechos habrían tenido lugar el domingo 20 de abril, en torno a las 3.30 horas, cuando siete agentes redujeron de manera brutal y "sin mediar palabra" a la víctima, según afirman desde la organización.

El joven se había bajado de un coche junto a un familiar para acceder a un local nocturno situado en la calle Velázquez de Madrid. De acuerdo con Es Racismo, un agente se le acercó antes de incorporarse a la fila y le exigió "de manera intimidatoria, sin identificarse y sin dar explicación alguna" que se sacara todo lo que tuviera en los bolsillos.

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Cuando el chico pidió explicaciones al policía, "seis agentes más acudieron de inmediato y, sin mediar palabra, lo redujeron brutalmente", subraya la asociación antirracista. De acuerdo con los testimonios de testigos que recoge Es Racismo, "lo sujetaron violentamente por varias partes del cuerpo, propinándole múltiples tirones, hasta arrojarlo al suelo y golpearlo en repetidas ocasiones".

La organización también afirma que uno de los policías "le presionó el cuello con la rodilla en una maniobra de reducción extremadamente peligrosa, ampliamente denunciada por organismos de derechos humanos". Además, remarcan que muchas de las personas presentes en el momento de la agresión han confirmado que la víctima "no mostró en ningún momento una actitud violenta ni opuso resistencia".

Desde Es Racismo subrayan que "la respuesta policial fue desproporcionada y profundamente racista. La violencia desplegada por los agentes fue gratuita, desmesurada y ejecutada con total impunidad". En su comunicado, la plataforma también indica que la Policía Nacional increpó a quienes trataron de grabar los hechos.

"Este caso es una muestra más del funcionamiento del racismo estructural en el Estado español. Una muestra más de cómo la violencia policial se ejerce con mayor fuerza y frecuencia sobre los cuerpos no blancos", lamenta la organización. "Esto no es un hecho aislado, sino un patrón sistemático de criminalización, agresión y represión que atraviesa la vida cotidiana de las personas racializadas", remata.